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Cuando un arquitecto visionario y su esposa huyen de la Europa de posguerra en 1947 para reconstruir su legado y presenciar el nacimiento de los Estados Unidos modernos, sus vidas cambian para siempre gracias a un misterioso y rico cliente. En esta película, se incorpora una pausa en el rollo de película de 70 mm real, que cuenta regresivamente quince minutos. Harrison Lee Van Buren Sr.: Cuando los perros se enferman, a menudo muerden las manos de quienes los alimentan hasta que alguien, misericordiosamente, los sacrifica. Apareció en The 7PM Project: Episodio 10 de diciembre de 2024 (2024). Saludos desde la oscuridad otra vez. Demasiadas personas ven la Segunda Guerra Mundial como una página más en los libros de historia, cuando en realidad mucho cambió en todo el mundo debido a la guerra. Casi 80 años después, la guerra continúa brindando una historia para los cineastas, y cuando se trata de contar historias, pocos lo hacen mejor que el reciente escritor y director (actor convertido en cineasta) Brady Corbet y su coguionista (y pareja romántica) Mona Fastvold. Anteriormente trabajaron juntos en LA INFANCIA DEL LÍDER (2015) y VOX LUX (2018). Se trata de una gran epopeya a la antigua usanza con algunas características especiales que vale la pena destacar. Con una duración de 3 horas y 35 minutos, Corbet incluyó una repetición (con una cuenta regresiva de 15 minutos en pantalla). Los créditos iniciales se ejecutan horizontalmente de derecha a izquierda, mientras que los créditos finales se ejecutan en diagonal. Para los verdaderos cinéfilos, la película se filmó en VistaVision para capturar la sensación de la época. La Parte 1 cubre los años 1947 a 1952, mientras que la Parte 2 cubre los años 1952 a 1960, y el Epílogo nos lleva a Venecia en 1980. El ganador del Óscar Adrien Brody protagoniza a László Tóth, un arquitecto húngaro que llega a los Estados Unidos de la posguerra después de la Segunda Guerra Mundial después de consumir heroína como «dolor» durante un crucero. Debido a la burocracia administrativa y gubernamental, László tuvo que ir antes que su esposa y su sobrina, a quienes escribe regularmente. Al llegar, lo recibe una cara familiar de su hogar. Attila (Alessandro Nivola, FACE/OFF, 1997) ya se ha americanizado hasta el punto de casarse y dirigir una tienda de muebles única. Le ofrece a László un dormitorio y la oportunidad de ayudar a diseñar muebles. Cuando Harry Lee Van Buren (Joe Alwyn, THE FAVORITE, 2018), el hijo de un rico magnate de Pensilvania, es contratado para rediseñar la biblioteca de su padre, Laszlo tiene la oportunidad de brillar. Resulta que a Harrison Lee Van Buren Sr. (Guy Pearce) no le gustan las sorpresas y echa a los trabajadores. Pronto, una cabeza más fría se apodera del magnate y recluta a Laszlo para un proyecto de escala mucho mayor: un monumento enorme en una colina con vistas a la ciudad. El proyecto construye un extraño vínculo entre el rico Harrison y el brillante Laszlo, aunque el tipo rico no se mantiene estable y su hijo hace alarde de sus propias tendencias arrogantes y molestas (la especialidad de Alwyn). Laszlo desarrolla una verdadera amistad. Se vincula con Gordon (Isaach de Bankole) después de conocerlo en la fila del refugio de alimentos. A pesar de su nuevo mundo, Laszlo continúa luchando contra la pobreza; sin embargo, uno de los abogados de Van Buren puede ayudar con el papeleo para traer a la familia de Laszlo a los Estados Unidos. En la segunda parte, su esposa, Elizabeth (Felicity Jones, LA TEORÍA DEL TODO, 2014) y su sobrina muda, Zsofia (Raffey Cassidy, LA MATANZA DE UN CIERVO DE LOS SANTOS, 2018) llegan a Estados Unidos. Elizabeth está en silla de ruedas después de casi morir de hambre debido a la guerra. Es una mujer inteligente que se casó con un genio creativo, pero la tierra de las oportunidades sigue poniendo obstáculos en su camino (entre ellos, el consumo constante de drogas de Laszlo). Los momentos de esperanza incluyen un viaje a la impresionante cantera de Carrara para encontrar la pieza perfecta para el proyecto de Van Buren. Cabe señalar que, a pesar del nombre de la protagonista, se trata de un relato ficticio de la época. , y el viaje es agotador tanto física como emocionalmente. Esto también es cierto para el público, porque yo estaba exhausto al final. Corbet utiliza el epílogo para llevarnos a Venecia en 1980, a la primera Bienal de Arquitectura.